miércoles, 31 de julio de 2019

«Policiaca», Astri (1991 — 1992)


1991

01 : Frank Caudett : Beirut 40º a la sombra
       (Servicio Secreto 1700)
02 : Kyle Brown : Un crimen en mi escalera
        (Servicio Secreto 1665, con el nombre de Frank Caudett)
03 : Frank Caudett : Death, please
        (Servicio Secreto 1733)
04 : Winston McNeil : Maite, la chica de la radio
        (Punto Rojo 1061, con el nombre de Frank Caudett)
05 : Winston McNeil : Juegos de niños
        (Punto Rojo 1106, con el nombre de Frank Caudett)
06 : Kyle Brown : El callejón de la impaciencia
        (Punto Rojo 963, con el nombre de Frank Caudett)

1992

07 : Michel Bannister : Por sus muertos los conocereis
        (Punto Rojo 977, con el nombre de Frank Caudett)
08 : Frank Caudett : Fiebre de navajas en sábado
        (Punto Rojo 1052)
09 : Michel Bannister : La curva donde querías morir
        (Servicio Secreto 1603, con el nombre de Frank Caudett)
10 : Larry Hutton [Burton Hare en la portada] : Réquiem por una rata
       (Top Secret 1) 
11 : Mike Cameron : Escoria
       (Top Secret 12, con el nombre de Burton Hare) 
12 : Kyle Brown : Con coberdura dilpomatica
       (Servicio Secreto 1743, con el nombre de Frank Caudett)
13 : Frank Caudett : Pantaleón y las asesinadoras
       (Servicio Secreto 1711)
14 : Frank Caudett : Oscar al peor actor
       (Servicio Secreto 1724)
15 : Frank Caudett : Aquel tapado de armiño
       (Punto Rojo 1003)
16 : Frank Caudett : Asepsia
       (Servicio Secreto 1752)

Entre paréntesis : las referencias de la primera edición

Rústica. 96 páginas más cubierta. 10,5 x 15.

domingo, 28 de julio de 2019

Curiosidades sobre el seudónimo Kyle Brown


En la página 43 de la novela de Frank Caudett (Francisco Caudet Yarza) «Sangrienta evocación» (Selección Terror 574, marzo 1984), conocemos a un personaje llamado Kyle Brown.



Un nombre que nuestro autor adoptará más tarde para firmar diferentes novelas en su etapa de Astri.



Pero también en el momento de la reedición de algunos de sus antiguos títulos.





Y hasta para firmar un libro consagrado a las leyendas egipcias...