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miércoles, 20 de noviembre de 2024

En exclusiva : todo lo que necesitan saber sobre «Amnesia de paz», el nuevo bolsi de Alan Dick, Jr.


Recibimos y con mucho gusto compartimos esta nota que acaba de enviarnos el noto bolsilibrista Alan Dick, Jr. / Alfonso M. González:

Quería escribir un bolsilibro bélico. Bueno, en realidad nunca pensé que haría uno del Oeste y otro de terror. El caso es que uno de los motivos para sacar la colección Miscelánea fue precisamente ese: escribir novelitas de géneros que me eran completamente ajenos.

Una colección para compatibilizarla con la de ciencia ficción. Ahí sí que me siento más cómodo, aunque creo que es bueno como escritor salir un poco de la zona de confort y tratar de escribir un poco de todo. Una manera, a su vez, de ponerme en los zapatos de los escritores de bolsilibros clásicos que debían ir variando de género para nutrir a varias colecciones.

Así que aquí tenéis Amnesia de paz. Será un bolsilibro bélico que saldrá en enero. Sin embargo, la preventa se abrirá en diciembre y esta vez la tramitaré yo. Como novedad, los que hagan la precompra lo recibirán de inmediato. Se lo llevarán con extras (como la sobrecubierta) y a un mejor precio, y además lo tendrán antes de su lanzamiento oficial y de que esté disponible en tiendas y librerías.

Eso es todo, espero que os guste la sobrecubierta, obra de Pablo Serrano Lleida. Ya colaboré con él en Dan Turner - Primeros casos y Utopía en peligro, además de otros trabajos anteriores.

Estad atentos a mi nueva tienda, puesto que abriré la preventa de Amnesia de paz. El número 3 ya de la colección MISC.


Abrazos.

lunes, 30 de octubre de 2023

Reseñas de Alan Dick, Jr. II

Metralla (primera época) nº 9, Bruguera (1963)

Francisco González Ledesma, que no es otro que el autor tras el seudónimo de Silver Kane, era uno de los escritores de bolsilibros más conocidos… y diría que reconocidos.
Sin embargo, no se puede decir que fuese un auténtico todoterreno en cuanto a géneros. Su pluma, o en este caso sería más aplicable su socorrida máquina de escribir, se asocia más con dos de ellos. El western, donde el autor fue uno de los grandes, hasta el punto que muchos solo lo conozcan por escribir este tipo de novelitas; y la novela negra o de espionaje, donde dio también buena muestra de su valía, lo que le hizo incluso saltar fuera del nicho de la literatura popular.
Si nos ponemos exquisitos y repasando toda su producción literaria, que no fue ni mucho menos exigua, tendríamos que reconocer que también hizo sus pinitos aislados como escritor de géneros tan dispares como romántica, terror, e incluso ciencia ficción. Pero en resumen, se podría aseverar que al contrario que otros autores de bolsilibros no era un escritor que se saliera en demasía de sus dos géneros estrella.
Es por eso que este Condenado a morir es una de esas rara avis de Ledesma. Y es que estamos ante una novela de a duro bélica. Si no me fallan las cuentas, solo escribió nueve en toda su carrera; tres de ellas con el poco usado alias de Taylor Nummy y todas englobadas en la colección Metralla. Casi una decena pueden no parecer pocas. Aunque, hablando de un autor que escribió a buen seguro más de un millar de bolsilibros, la estadística se impone.
El caso es que tenía ganas de leer una novelita de guerra del bueno de Silver Kane. Intuía que era un material en el que se podía mover bien, y ahora confirmo que no me había equivocado.
Condenado a morir nos sitúa en los últimos estertores de la Segunda Guerra Mundial. Para más señas, en territorio alemán y en los últimos coletazos del Tercer Reich. Nuestro protagonista es el inglés Phil Hastings, enviado como infiltrado a una misión tan suicida que hace honor al título de la novela: nada menos que matar al mismísimo Adolf Hitler.


Encontramos a un Ledesma bastante inspirado en esta obra. Para empezar, era una persona apuesto a que muy sensibilizada por las guerras. Aparte de vivirla en sus propias carnes de niño en la convulsa Barcelona, llegó por avatares del destino a ser capitán años más tarde al mando de una compañía.
En sus novelas del Oeste es fácil inferir que denunciaba injusticias en muchas de ellas. El cacique que abusa de un pueblo sin ley, los pistoleros sin escrúpulos que aterrorizan a la población con sus armas, las prostitutas con un trato inhumano y degradante… Podríamos hallar muchos más ejemplos de denuncia social, un tanto camuflada, entre sus páginas de papel de pulpa. Por lo tanto, es bastante evidente que escribiendo historias situadas en contiendas bélicas el autor se encuentre como pez en el agua.
Condenado a morir, no va a hablarnos de héroes intachables que defienden una única verdad absoluta, en una guerra maniquea donde un bando es el del todo el correcto ante los malvados adversarios. A pesar de la censura de la época y de las restricciones que tendrían los autores, se puede apreciar claramente que el auténtico demonio es la guerra en sí, y los hombres que la promueven bajo sus propios intereses. 
El protagonista, Hastings, es ya un claro reflejo de los claroscuros de los dos bandos. Enviado a morir en una misión suicida y sin poder hacer otra cosa que obedecer, condicionado por un entrenamiento severo. 
Además, este Hastings de turno es el arquetipo del personaje principal que emplea Ledesma en muchos de sus bolsilibros: pura marca de la casa. Se podría considerar que estamos ante un pistolero, extraído de uno de sus westerns y trasplantado de forma impecable a un escenario infernal, como puede ser el presente con un Berlín bombardeado por los aliados.
¡Y funciona! Aunque pueda parecer contradictorio, lo logra. ¿Qué os parece si os digo que se menciona en más de una ocasión que es alguien que jamás ha fallado ni un solo disparo? ¿No pensaríais que hablo más de un gunman que de un militar?
El bolsilibro tiene un ritmo ejemplar y nos mantendrá pegados a él pasando páginas sin parar. Lo que empieza como un aterrizaje en la zona nazi sin muchos detalles, se va ramificando en una aventura con todos los ingredientes necesarios para que lo devoremos antes de que seamos conscientes. Traiciones inesperadas, dobles y suplantación de identidad, giros de guion continuos, historia de amor entre personajes atormentados… Y bastantes detalles más que es mejor que no os desvele (pero no puedo resistir la tentación de deciros que en algún momento dudaremos si no estamos ante una original ucronía).
En fin, que Condenado a morir es una excelente novela corta que demuestra que Silver Kane era uno de los mejores autores de la literatura popular. Sin desviarse demasiado en cuestiones históricas o militares, nos cuenta un relato donde lo más importante y el conflicto primordial son los sentimientos: lo humano.

Alfonso M. González

viernes, 6 de octubre de 2023

Cosas de la red XXV


De verdad ¿ se podría esperar recibir mejor disco para acompañar la lectura del segundo libro del amigo Alfonso Martínez / Alan Dick, jr. ?
El disco, además del concierto en solo, propone un par de bonus tracks (una interpretación de «Take the "A" train» y un dueto entre Sun Ra y un batería no identificado) y 16 minutos de un dueto con Walt Dickerson.
¡ Space is the place !

sábado, 9 de septiembre de 2023

Bolsilibros y gastronomía XXXV


Para acompañar la lectura de «Pulp reality», cociné カレーパン (pan de curry). Era la primera vez y confieso que estoy bastante satisfecho con el resultado, ya que han quedado casi tan sabrosos como el bolsi de Alan Dick, jr. / Alfonso M. González.

Reseñas de Alan Dick, Jr. I

D.A.N.S. – Enviado Secreto nº 3, Bruguera (1967)

Para situaros de la manera que considero más rápida y efectiva, creo que hay que ir al grano: James Bond.
El agente secreto creado por Ian Fleming está triunfando en las adaptaciones a la gran pantalla. Estamos a mediados de los sesenta, supongo que se suscitaría una moda o fiebre por los agentes secretos, sospechosamente parecidos al mítico 007.
Y los bolsilibros eran cultura popular, se apuntaban a este tipo de tendencias que pudieran generar interés y ventas. Así que esta colección D.AN.S. - Enviado Secreto sería un trasunto del cine de explotación. En este caso, aplicado a las publicaciones de quiosco.
Hasta aquí todo normal. Lo que se presenta como rara avis, y debe ser algo fuera de lo común en los bolsilibros es en lo referente a otros aspectos de la misma. Me refiero a que estamos ante una colección con algo muy similar a un universo compartido. Normalmente, las editoriales no apostaban por las sagas, secuelas o series con personajes recurrentes. Sin embargo, aquí tenemos la excepción que confirma la regla: cuatro agentes secretos, escritos por sendos autores, en su mundo de ficción propio que se desarrollaba dentro de esta colección.


Y al bueno de Silver Kane le tocaba hacerse cargo de las aventuras de EO-004. O lo que es lo mismo: Johnny Klem. Esta Infierno en el trópico sería, de hecho, la primera entrega donde presenta al personaje.
Y os tengo que confesar que me frotaba las manos. Me explico. Me gusta mucho este autor. A estas alturas ya había dado muestras suficientes de manejarse bien en tramas de espionaje, policiaco, novela negra y todo este tipo de contenidos. Además, esta publicación de agentes secretos, o enviados secretos como los quisieron renombrar aquí, proponía en principio revestirse con algunos elementos de ciencia ficción. O sea: música para mis oídos.
No obstante, este primer número de Johnny Klem me ha decepcionado.
La premisa es simple: el gobierno está preparando unas pruebas de armamento nuclear y unos villanos de turno quieren aprovechar para cometer un atentado bajo ese conveniente escenario. Y, como no podía ser de otra forma, D.A.N.S (que no lo he dicho, pero son las siglas de Departamento Atómico Nacional de Seguridad) tendrá que impedirlo, en esta ocasión a través de su eficiente agente E-004.
Encontramos a Francisco González Ledesma aparentemente desmotivado en esta novela corta. Me da la sensación de que desprende un aroma a funcionario cumplidor, pero falto de pasión. Como a él mismo le gustaría decir: apostaría que fue escrito maquinalmente.
Está claro que es comprensible que con el ritmo de trabajo que llevaban los autores de la novela popular patria haya altibajos en sus obras. Infierno en el trópico nunca acaba de despegar, en mi humilde opinión, y deja un sabor de boca no malo, pero tampoco agradable.
Para comenzar hay problemas con el propio protagonista. Es cierto que los personajes pulp no son un compendio de virtudes en cuanto a profundidad y desarrollo de los mismos, entre otras cosas por la extensión de estos libros que no dan para explayarse demasiado. Aunque en el caso de Johnny Klem este tema es sangrante. Se trata quizá del personaje menos trabajado que he visto en una novela de Silver Kane. Y esto tiene más delito, al ser este bolsilibro un número que sirve de presentación y supuestamente fundacional de este 004.
Quizá pensaréis que siempre nos queda el antagonista. Ese villano malvado e inteligente, que tan bien encaja en este tipo de intrigas, y que planea la destrucción del mundo con una avanzada tecnología y poder económico. Aquí, ese honor recae en una fémina: Mara. Una escultural, fría y calculadora mujer, pertrechada con un ejército de fieles siervos y unas ansias de poder y filosofía de vida que no admiten mucho escrutinio… ni lógica. Un personaje tan desaforado que cae en más de una ocasión en lo absurdo. Como muestra un botón: uno de sus acólitos (que disimula su maldad con el nombre de Devil), recoge una gaviota del mar por orden de Mara, y lo hace con los dientes y se la entrega cual perro fiel a sus pies.
Y no deja de ser curioso, porque Silver Kane sabe en ocasiones manejar este tipo de bretes con humor, como ha demostrado en muchos de sus westerns. Sin embargo, aquí todo este tipo de comportamientos parecen ir en serio, lo que puede dejarnos algo fríos.
Espías, agentes secretos, amenazas tecnológicas y todo este nicho estilo James Bond suele dar pábulo a aparatos increíbles o gadgets ultramodernos. En este terreno sí que reconozco que este bolsilibro nos puede sacar alguna que otra sonrisa, tras casi sesenta años desde su publicación. Es inevitable que en algunos pasajes lo que se nos describe como el no va más de los avances tecnológicos, como puede ser una cámara fotográfica muy pequeña o un transmisor ultra avanzado, pueda hoy quedar en ridículo con el móvil chino más barato que tengamos guardado en un cajón cogiendo polvo. Percibimos un ambiente retro y kitsch, cuando menos entrañable.
Y entre esos ingredientes se va cocinando esta aventura para salvar al mundo de Johnny Klem. Tiene lugar en gran parte en Nassau, la capital de las Bahamas. Y entre playas, clubs exclusivos para millonarios, yates de alto copete y alguna funeraria que produce muertos bien frescos, el bueno de Silver Kane despacha esta novelita.
Haciendo balance, no es que sea un bolsilibro horrendo, pero, como comentaba, personalmente esperaba más. Quizá el propio espíritu de la colección no encaje del todo con la personalidad de Ledesma; que se suele encontrar más a gusto en obras de cierta denuncia social, antihéroes y ambientes más cercanos al spaguetti western. Aquí, en contraposición tiene que lidiar con villanos de opereta y gobiernos intachables, así como con protagonistas que son epítomes de virtudes… Tal vez se halle un tanto desubicado, forzado.
En todo caso, lo comprobaré y ampliaré mis conclusiones cuando haya leído otra entrega de este E-004. Porque sí, hay que darle otra oportunidad.

Alfonso M. González