A todo gas VIII

Serie Beee 16

Un policía se debe infiltrar en una extraña secta llamada «Los comuneros» para rescatar al hijo, todavía menor de edad, de un ministro...

Si se exceptúan a los últimos títulos de Berna y Saponi, esta obra es lo más parecido a un verdadero bolsilibro que se puede encontrar hoy... Nada de neopulp y otras bobadas de moda... Una sólida historia que te atrapa desde el principio y te asegura una diversión continua hasta la explicación final (que, como debe ser, se revela realmente inesperada y deliciosamente transgresiva). Cierto, hay algunos capítulos demasiado cortos y efectistas, que traicionan la mala influencia de los cómics US como de las series de televisión y la investigación habría ganado a ser menos explicativa y algo más movida, pero en el conjunto, ¡ «Los comuneros» se lee con sumo placer !

Como siempre : ¡ un sincero agradecimiento al compañero Rualrevit por tomarse el tiempo y la molestia de repasar mis textos !

A todo gas VII

Madreperla 1031

Pablo encuentra a Ivana una tarde. Los dos se atraen mutuamente. Por desgracia, se interponen entre ellos y la felicidad la fortuna acumulada por los padres de la chica. ¿ Podrá más el amor que el dinero ?

Una trama, en su sencillez, algo más desarrollada, ya que no se termina con el matrimonio de los dos jóvenes... Todavía, lo más interesante es la virtuosidad con la cual el autor sabe recrear la intimidad de la pareja, haciéndola física para el lector solitario, a fuerza de acumular detalles sobre prendas, actitudes y atmósferas...

En cambio, difícil no echarse a reír con el retrato del suegro del protagonista, un industrial paternalista que abre nuevas fábricas no por el placer de ganar más millones sino para ofrecer una vida digna y confortable a sus súbditos, perdón, a sus empleados... Qué gusto debe dar ¡ tener a un jefe así !

Detalle curioso, la novela tiene algo como un resumen en su contraportada...

Como siempre : ¡ un sincero agradecimiento al compañero Rualrevit por tomarse el tiempo y la molestia de repasar mis textos !

A todo gas VI

Selección terror 433

Claudine Merton es una botánica apasionada por las plantas carnívoras. Tiene muchas en su invernadero, además de un extraño árbol proveniente de las selvas filipinas. Un árbol que, al parecer, se come a los indígenas...

Una vez entrado en el meollo del asunto, la trama se hace bastante previsible. También hay algunos fallos en el estilo. Sin embargo, la novela se lee con mucho gusto, ya que Carrigan sabe crear y mantener un clima de extrañeza sobrecogedor. Algo que empieza desde el primer capítulo, escrito en modo fofo para reflejar la obsesión de Claudine Merton hacia sus plantas carnívoras y que continúa a lo largo de la narración con la inquietante presencia del invernadero. Otro punto a destacar, al contrario de lo que sucede demasiado a menudo en los bolsilibros, el final es casi mejor que el resto de la novela y, por cierto, sorprendentemente original.

Como siempre : ¡ un sincero agradecimiento al compañero Rualrevit por tomarse el tiempo y la molestia de repasar mis textos !

A todo gas V

Servicio secreto 1193

Gerald Brown después de haber sido seducido y robado por una rubia despampanante, llamada Stella, contrata a un detective. Pronto, el sabueso encuentra a la ladrona y el caso parece resuelto, sin embargo hay algo que no encaja...

Esta primera novela de Berna me sugirió tres cosas. Concretamente que el estilo de Joseph en sus inicios (se parece un poco a un novato Keith Luger...), que su estilo, comparado al que empleará después, será ciertamente considerado como mejor (ya que más convencional) por varios de los lectores; que durante esta historia, ya es posible encontrar muchos de los elementos que compondrán luego el Bernaverso, haciéndolo único y, en fin, que afirmar que la trama tiene algo de Hitchcock es ya desvelarla demasiado... Así que olvídenlo y ¡ disfrutad de esta divertida encuesta llena de situaciones extravagantes y de buen humor !

Como siempre : ¡ un sincero agradecimiento al compañero Rualrevit por tomarse el tiempo y la molestia de repasar mis textos !

A todo gas IV

Amapola 991

Carlos Irigoyen, un joven soltero que hace creer a su riquísimo tío que está casado con la dulce Irune, la prima (al obscuro de todo) de su socio y amigo Fermín Garay, cae en su propia trampa cuando dicho tío decide visitarle inesperadamente...

Como es fácil intuir, la verdadera protagonista de la historia es Irune, que poco de «dulce» tiene. Al contrario, es decidida, atrevida, independiente y hasta traviesa. Dicho de otro modo, una muchacha de la que es casi imposible no enamorarse a primera vista... Pero, hablando con franqueza, Carlos tampoco es malo (en todos los sentidos). Además iría mejorándose al contacto de su «esposa». Aprendiendo conceptos a él desconocidos como, por ejemplo, el de la responsabilidad...

Y como María Teresa Sesé es una grandísima escritora, hay entre sus personajes la misma deleitable alquimia que entre la pareja de «Dos en la carretera», la magnífica película de Stanley Donen, lo que hace de esta lectura una delicia chispeante.

Como siempre : ¡ un sincero agradecimiento al compañero Rualrevit por tomarse el tiempo y la molestia de repasar mis textos !

Perlas de la sabiduría bolsilibresca XVI

«Bueno, a eso se reducía todo, al fin y al cabo. Un mal día, uno se muere, lo meten en un agujero, y asunto concluido. Todos los sinsabores de la vida no han servido de nada.»

Lou Carrigan

Cita en el invernadero

Catering aéreo

George se tragó el último bocado sin apenas masticar. Luego limpió sus dedos manchados en su suéter. Al hacerlo, vio que no dejaba de engordar y que una barriguita flácida reemplazaba ahora su vientre liso y musculoso de deportista...

Disgustado, George eructó ruidosamente.

Un sabor ácido y desagradable como una mujer policía le llenó la boca.

A punto de devolver, el infeliz escupió varias veces en la nieve circundante.

— Tendría que dejar de comer carne grasa, suspiró, completamente abatido.

¿ Pero cómo hacerlo ? Allí donde estaba, en medio de la cordillera de los Andes, sólo podía alimentarse de lo que tenía... Y, por desgracia para él, entre todas las víctimas de la catástrofe aérea que les había visto estrellarse una semana antes, no había más que turistas americanos obesos, con cuerpos llenos de grasa y colesterol...

Reuben Reeves