domingo, 17 de enero de 2021

Apuntes de un lector de bolsilibros XIII

Serie Beee 15

Empezar una novela de Berna es como encontrar a un viejo amigo e ir a tomarse un café juntos... Sabes ya desde el principio que vas a pasar un rato agradable, sin comedura de coco, y aun cuando él no te relata nada nuevo, al final siempre ha sido un placer y te acuerdas gratamente del tiempo pasado en su compañía. Además, Berna es mucho más eficaz que un tubo entero de antidepresivos para alegrarte el día y devolverte la sonrisa. Y no sólo por la abundancia de chistes y aciertos graciosos que hay a lo largo de sus novelas... Todavía hay dos otras razones, más poderosas aún. La primera, porque te da la impresión de que cada dificultad que se cruza en tu camino se puede superar con un poco de buena voluntad y una sonrisa. La segunda, por la armonía que se desprende siempre de sus historias. Unas historias en las cuales cada uno de los personajes, gracias a la misma dosis de buena voluntad y de buen humor ya citada, puede ser lo que le da la gana y cohabitar a su gusto y sin demasiados problemas con los demás... Por lo tanto, cada novela de Berna resulta ser como una divertida y sosegadora lección de aceptación. Aceptación de sí mismo, de los otros y de las adversidades que nos puede deparar la vida...
En «La garra de Satán», como de costumbre, hay todo esto, ni hace falta decirlo. Pero como es una novela reciente, escrita para «Matraca ediciones», además el maestro tuvo el tiempo que necesitaba para ofrecernos una obra de gran calidad.
Así, los personajes son bien definidos y atractivos, y hasta un empedernido anticlerical como yo no puede dejar de sentir algo de simpatía por este «socarrón de campeonato» qué es el reverendo Harold. Las escenas de terror son escuetas pero tan sangrientas como efectivas. Y la trama, ingeniosamente desarrollada, sigue su propio rumbo, lejos de los caminos más trillados...
Si a todo coste debería formular una pequeña crítica al autor sería que, no dejando más protagonismo al malo de la historia, nunca se sabe porqué los asesinos escogieron a estas víctimas en particular (sobre todo la segunda). Un fallo que resulta bastante sorprendente por parte de Berna, siempre muy cuidadoso en este aspecto de su trabajo... Por el resto, fue un inmenso placer poder disfrutar de esta novela en un día tan funesto, así que sólo puedo añadir : muchas gracias por todo, querido amigo y maestro y ¡ hasta siempre !

Como siempre : ¡ un sincero agradecimiento al compañero Rualrevit por tomarse el tiempo y la molestia de repasar mis apuntes !

2 comentarios:

  1. Muy preciso tu análisis, muy bueno. Bonito homenaje a Berna, DEP.

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    Respuestas
    1. Berna es el autor que más he leído. Al principio porque era el más fácil de entender, lo que me ayudó a familiarizarme con el castellano. Y ahora porque cada vez que el mundo exterior me desespera por su estupidez, su fealdad y su mediocre egoísmo, su prosa divertida me anima.

      Gracias por las felicitaciones, amigo.
      Un fuerte abrazo !

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