domingo, 6 de diciembre de 2020

Nada se pierde, todo se transforma en el lejano Oeste


La ley del latigo                                           Ojo por ojo       

6 comentarios:

  1. No dejas de sorprenderme con tus hallazgos, Stéph...Lo más curioso es que se haya molestado el autor, porque supongo que sería el autor, en cambiar algunas palabras del texto aquí y allá...
    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo más probable es que, mecanografiando otra vez la novela para venderla como inédita a Astri, José María ha ido suprimiendo párrafos o cambiando algunas frases para ahorrarse un poco de trabajo, ja ja ja !
      Lo que no quita nada al bueno que es la novela.
      Gracias por comentar amigo Ignatius. Un abrazo !

      Eliminar
  2. Amigo Stéph
    Yo tengo anotado otro caso similar también de Gordon Lumas.
    Así, el nº 80 de Diligencia, titulado "Acorralados" se corresponde con el nº 811 de Salvaje Texas, titulado "El valor de un revolver", y sólo cambian los nombres de los personajes.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es bueno saberlo amigo José Elena.
      Creo que José María lo hizo a menudo en sus últimos años de actividad como escritor (si no me equivoco también hay un caso en una de las colecciones de Forum, no me acuerdo si la policiaca o la de terror...)
      De todos modos, siempre tenemos bastante para leer de este estupendo autor, con todo lo que publicó durante su carrera.
      Gracias por comentar y, sobre todo, por compartir tus conocimientos con mi y con los lectores de este blog. Un abrazo !

      Eliminar
  3. Lo raro es que no aparezcan más autoplagios, con el ritmo frenetico de publicación de estas novelas, es raro que los autores no utilizasen más a menudo la picaresca
    Agradeceros, queridos José y Stéph la cantidad de información que compartís, no tiene precio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad, a parte la honradez de estos forzados de las letras y su gusto para su trabajo, que debían animarles siempre a inventar algo nuevo cuando podían, había a la época dos impedimentos mayores a la generalización de esta práctica :
      - la necesidad de reescribir cada vez la novela entera, ya que no se podía hacer simplemente una copia como es posible hoy, con los ordenadores... y debía ser más aburrido reescribirlo todo que imaginar una historia nueva
      - el riesgo que la triquiñuela sea descubierta por la editorial o por algunos lectores y el escritor se vea perjudicado
      Porque, por haber argumentos semejantes de una novela a otra, eso sí, hay muchos. Por ejemplo, tengo constancia de por lo menos dos novelas (pero creo que hay más) de Burton Hare que empiezan con el protagonista despertándose al lado de una muchacha muerta. Y el amigo Berna también tiene bastante "variaciones", con argumentos semejantes aunque al final cada novela sea distinta y tan agradable una como otra. De todos modos, lo que más me interesa a mí en los bolsilibros no es la historia en sí, sino la manera en la cual es contada, así que me importa un pimiento si de vez en cuando el escritor recurre a este tipo de triquiñuelas para poder sobrevivir hasta la próxima entrega. Además, tengo tanto para leer...
      Gracias a ti, amigo Domingo, para comentar siempre.
      Un abrazo !

      Eliminar