«Belle fumaba un cigarrillo tendida en su lecho.
Acababa de regresar del trabajo. Era modelo publicitaria gracias a su buena figura. Pero no se hacía ilusiones. Era demasiado real para no ignorar que, pasado algún tiempo, dos o tres años nada más, ni de su belleza podría sacar mucho partido, porque los años no perdonan y ella tenía treinta.
Claro que ni eso le afligía mucho. Tenía los pies puestos firmemente en la tierra y jamás dejaba vagar su imaginación por lugares preciosos. Un día dejaría de ser modelo publicitaria y se convertiría en profesora de canto, de esgrima o de lo que fuese. Tal vez terminara hallando un hombre que la mantuviera. Pero eso era muy problemático, porque si la modelo publicitaria tiene poca vida, más poca tendría la constancia de un hombre determinado.»
Corín Tellado
Contigo encontré la paz
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