«Era seguro que algunos de los presentes debían fumar marihuana ; muchachas y muchachos que «pasaban» de todo y que no eran distintos a los que podían encontrarse en Londres, París, Barcelona o Roma. La juventud se hacía uniforme en sus gustos a fuerza de buscar una personalidad que los diferenciase.»
Ralph Barby
La protegida del espectro
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