Metralla (primera época) nº 9, Bruguera (1963)
Francisco González Ledesma, que no es otro que el autor tras el seudónimo de Silver Kane, era uno de los escritores de bolsilibros más conocidos… y diría que reconocidos.
Sin embargo, no se puede decir que fuese un auténtico todoterreno en cuanto a géneros. Su pluma, o en este caso sería más aplicable su socorrida máquina de escribir, se asocia más con dos de ellos. El western, donde el autor fue uno de los grandes, hasta el punto que muchos solo lo conozcan por escribir este tipo de novelitas; y la novela negra o de espionaje, donde dio también buena muestra de su valía, lo que le hizo incluso saltar fuera del nicho de la literatura popular.
Si nos ponemos exquisitos y repasando toda su producción literaria, que no fue ni mucho menos exigua, tendríamos que reconocer que también hizo sus pinitos aislados como escritor de géneros tan dispares como romántica, terror, e incluso ciencia ficción. Pero en resumen, se podría aseverar que al contrario que otros autores de bolsilibros no era un escritor que se saliera en demasía de sus dos géneros estrella.
Es por eso que este Condenado a morir es una de esas rara avis de Ledesma. Y es que estamos ante una novela de a duro bélica. Si no me fallan las cuentas, solo escribió nueve en toda su carrera; tres de ellas con el poco usado alias de Taylor Nummy y todas englobadas en la colección Metralla. Casi una decena pueden no parecer pocas. Aunque, hablando de un autor que escribió a buen seguro más de un millar de bolsilibros, la estadística se impone.
El caso es que tenía ganas de leer una novelita de guerra del bueno de Silver Kane. Intuía que era un material en el que se podía mover bien, y ahora confirmo que no me había equivocado.
Condenado a morir nos sitúa en los últimos estertores de la Segunda Guerra Mundial. Para más señas, en territorio alemán y en los últimos coletazos del Tercer Reich. Nuestro protagonista es el inglés Phil Hastings, enviado como infiltrado a una misión tan suicida que hace honor al título de la novela: nada menos que matar al mismísimo Adolf Hitler.
Encontramos a un Ledesma bastante inspirado en esta obra. Para empezar, era una persona apuesto a que muy sensibilizada por las guerras. Aparte de vivirla en sus propias carnes de niño en la convulsa Barcelona, llegó por avatares del destino a ser capitán años más tarde al mando de una compañía.
En sus novelas del Oeste es fácil inferir que denunciaba injusticias en muchas de ellas. El cacique que abusa de un pueblo sin ley, los pistoleros sin escrúpulos que aterrorizan a la población con sus armas, las prostitutas con un trato inhumano y degradante… Podríamos hallar muchos más ejemplos de denuncia social, un tanto camuflada, entre sus páginas de papel de pulpa. Por lo tanto, es bastante evidente que escribiendo historias situadas en contiendas bélicas el autor se encuentre como pez en el agua.
Condenado a morir, no va a hablarnos de héroes intachables que defienden una única verdad absoluta, en una guerra maniquea donde un bando es el del todo el correcto ante los malvados adversarios. A pesar de la censura de la época y de las restricciones que tendrían los autores, se puede apreciar claramente que el auténtico demonio es la guerra en sí, y los hombres que la promueven bajo sus propios intereses.
El protagonista, Hastings, es ya un claro reflejo de los claroscuros de los dos bandos. Enviado a morir en una misión suicida y sin poder hacer otra cosa que obedecer, condicionado por un entrenamiento severo.
Además, este Hastings de turno es el arquetipo del personaje principal que emplea Ledesma en muchos de sus bolsilibros: pura marca de la casa. Se podría considerar que estamos ante un pistolero, extraído de uno de sus westerns y trasplantado de forma impecable a un escenario infernal, como puede ser el presente con un Berlín bombardeado por los aliados.
¡Y funciona! Aunque pueda parecer contradictorio, lo logra. ¿Qué os parece si os digo que se menciona en más de una ocasión que es alguien que jamás ha fallado ni un solo disparo? ¿No pensaríais que hablo más de un gunman que de un militar?
El bolsilibro tiene un ritmo ejemplar y nos mantendrá pegados a él pasando páginas sin parar. Lo que empieza como un aterrizaje en la zona nazi sin muchos detalles, se va ramificando en una aventura con todos los ingredientes necesarios para que lo devoremos antes de que seamos conscientes. Traiciones inesperadas, dobles y suplantación de identidad, giros de guion continuos, historia de amor entre personajes atormentados… Y bastantes detalles más que es mejor que no os desvele (pero no puedo resistir la tentación de deciros que en algún momento dudaremos si no estamos ante una original ucronía).
En fin, que Condenado a morir es una excelente novela corta que demuestra que Silver Kane era uno de los mejores autores de la literatura popular. Sin desviarse demasiado en cuestiones históricas o militares, nos cuenta un relato donde lo más importante y el conflicto primordial son los sentimientos: lo humano.
Alfonso M. González
No hay comentarios:
Publicar un comentario