viernes, 12 de febrero de 2021

Apuntes de un lector de bolsilibros XXII

FBI 921

Una cosa que me gustaría averiguar (un día...) es si el estreno en España de la serie de televisión «Los vengadores», en enero de 1968, hubo realmente una incidencia sobre la narrativa de algunos autores de bolsilibros, como por ejemplo Keith Luger o el que nos ocupa hoy, el recientemente fallecido Mortimer Cody...
Por lo menos, todo parece indicarlo, leyendo esta genial aventura con «asesinos eléctricos», debido a la mezcla que ofrece de investigación policial, elementos fantatecnológicos y suave erótismo — un cóctel típico de la cuarta temporada de la serie inglesa con protagonista Diana Rigg...
La novela empieza con un robo, primero desarrollado en un modo clásico, como en miles de relatos policíacos, hasta que surge justamente el elemento fantatecnológico, que trasforma la narración en algo diferente y muy intrigante. Además, esta breve mitad de capítulo funciona a modo de electrizante (sobra decirlo) pregenérico. Un poco destacado del resto de la intriga y sin embargo totalmente necesario a la comprensión de la misma. Mientras que la segunda parte, en seguida y en pocas páginas (todo va muy rápido, pero sin prisa innecesaria), nos prepara para lo que será la trama principal. Una trama que se demostrará al final más de investigaciones y (pocas... muy pocas) deducciones que de alocadas peripecias al limite del fantástico, la verdad...
Lo bueno todavía es que esta vez, aunque nuevamente dominará el aspecto meramente policial sobre la fantasía, la obra sabrá mantener sus promesas hasta su amargo final. Al contrario por ejemplo de «Espectro» («FBI» 945) o «Empezo en un tren nocturno («FBI» 843) del mismo autor, que después de un arranque a todo gas y muy sugerente, con atmósferas algo inusuales en los bolsilibros, se harán las dos más rutinaria, cada trama desarrollándose en un modo demasiado previsible o, si se prefiere, demasiado conforme a las expectativas del asesor literario más tradicionalista...
Quizá el resultado es superior aquí porque desde el principio, no hay misterio para el lector. Y tampoco será necesario al protagonista revelarse un brillante émulo de Sherlock Holmes (¡ tanto mejor, la verdad, ya que no parece ningún lince !) para venir a cabo del enigma — aunque Mortimer Cody, haciendo hincapié en la turbia atracción sexual que ejerce Joan, la principal sospechosa, sobre el federal, logrará sembrar un poco de confusión y hacer la cosa más entretenida... De todos modos, eliminada la obligación de desarrollar una trama ingeniosa, llena de trampas y falsos culpables, el  autor puede entonces concentrarse en otros aspectos de la historia. Como por ejemplo la psicología y las motivaciones de sus personajes, que desarolla con una minuciosidad que hace la narración sencillamente apasionante pero, sobre todo, muy emocionante (ya que describe tanto el acuciante deseo de revancha sociale que anima a sus asesinos, subrayando a menudo su condición física, como los ambientes miserables en los cuales son obligados a vivir por culpa de sus desventajas — además, lo hace con una mezcla de compasión y de morbosidad que resulta turbadora para el lector)...
Y si fuera poco, Cody también va salpicando su historia de insinuaciones bastante audaces (como un constante desafío a la censura de la época), insistiendo por ejemplo en la transparencia del camisón de esta mujer de la cual, no obstante le falta la mano izquierda hasta el codo, se desprende un desconcertante atractivo, la vulgaridad de esta otra que ejerce, se nos da a entender, de prostituta de calle o, todavía más perturbador, detallando el atuendo de esta tercera, concienzudamente descrito a pesar de que la pobre que lo viste, ya está muerta electrocutada desde un momento y yace en el pavimento de su casa, ¡ más fría que una chupasirios metida entre sábanas !
A parte de eso, otro punto interesante es como el agente federal se ve asaltado a lo largo de su investigación por irresolubles cuestionamentos y, para ir adelante, debe enfrentarse a sus propios sentimientos (en particular respecto a la atracción que ejerce sobre él la hermosa Joan), en una silenciosa y dolorosa lucha, que encontrara una desgarradora resolución... Así, nada más lejos del estereotipado héroe triunfador que este pobre infeliz, juguete de un destino cruel, al igual que todos los otros protagonistas de esta impactante novela...
Lo que hace que «Asesinos eléctricos» sea, en definitiva, como el retrato duro (se habla de subnormales, se consideran a las mujeres como seres débiles, etc.) y desesperado de una realidad que, la verdad, no lo era menos — y quizá, a pesar del repulsivo políticamente correcto, todavía no ha cambiado mucho para los interesados...

Como siempre : ¡ un sincero agradecimiento al compañero Rualrevit por tomarse el tiempo y la molestia de repasar mis apuntes !

«Gran rodeo», Editorial Cies (1947 — 1948)


1947

01 : M.L. Estefania : «Bad Nick»
Fidel Prado : Sam «el malo»
Fidel Prado : «Un vaquero fanfarrón»
Fidel Prado : «El filón de oro»
Fidel Prado : «El primer whisky»
02 : H. Estol : «La ruta de Cimarrón»
F.P. Duque : «Monty, el forajido»
F.P. Duque : «Los amotinados del Star»
F.P. Duque : «La prueba fatal»
03 : F. Prado : «Jerry, el ahorcado»
F. Mediante : Balla perdida
M.L. Estefania  : Sally la «loba»
Nicolás Miranda : La banda del mestizo
04 : F.P. Duque : Cuentas saldadas
Nick Randaim : «Hombres de pistolas»
H.A. Waytom : «El falso forajido»
Fidel Prado : «Bem, el tranquilo»


1948

05 : F. Prado : El sheriff de Campo de Oro
06 : M.L. Estefania : «A sangre y fuego»
F.P. Duque : El faro de la muerte
Nicolás Miranda Marín : Texas Joe
Fidel Prado : El búffalo de hierro
07 : F. Prado : Sutter, rey de California
P. Duke : La fuga de Alan Rahys
08 : N. Miranda : «Cuadrilla de asesinos»
09 : M.L. Estefania : 13 muescas
10 : F. Prado : El fugitivo
11 : M.L. Estefania : Extraño forastero
12 : F. Prado : El destino manda
13 : Nick Randaim : El valle endemoniado
14 : F. Prado : Link, «el Hurón»


Anunciado pero no fue publicado :
15 : ¿? : El codigo de los sin ley


El número 01 :
Rústica. 88 páginas más cubierta. 17,5 x 25.


Desde el número 02 hasta el 04 (incluido) :
Rústica. 88 páginas más cubierta. 16,5 x 23.


Desde el número 05 :
Rústica. 128 páginas más cubierta. 12 x 17.


Muchísimas gracias al amigo Martin Dorado, quién me proporcionó no solo informaciones sobre esta colección, pero también la mayoría de estas magnificas portadas.

«Pueblos del Oeste», Ediciones Cliper (1949 — 1950)


1949

01 : J. Mallorquí : Tombstone, Arizona : Tribunal sin apelación
02 : J. Mallorquí : Santa Fe, New Mexico, U.S.A : Trece estrellas azules
03 : J. Mallorquí : Tombstone, Arizona : El último caballero
04 : J. Mallorquí : El Paso 1937 Republic of Texas U.S.A 1847 : Tierra violenta
05 : J. Mallorquí : Tombstone, Arizona : El destino de John Ringo
06 : J. Mallorquí : Guadalupe, New Mexico : Carta de Patricia Foster
07 : J. Mallorquí : Bonanza City, Colorado : «King Silver regresa a Bonanza»
08 : J. Mallorquí : Fort Soledad, U.S. Army : «Matanza»
09 : J. León : San Marcos, Virreinato de Nueva España : «Un charro valiente»
10 : J. León : Sacramento : «La ley de los fuertes»
11 : J. León : Kansas City : «Un jugador del rio»
12 : J. León : Wichita : «Los aventureros»
13 : J. León :  Monterrey : «La última misión del Capitán Ubeda»
14 : J. León : Salt Lake City : «La ciudad de los mormones»
15 : J. León : Dodge City, Kansas : «Un forastero en la ciudad»
16 : J. León : Nueva Orleans, territorio de Luisiana : «En busca de la felicidad»

1950

17 : J. León : Neuve Rouen, Luisiana : «El diablo del bosque»
18 : J. León : Nacogdoches, provincia de Tejas : «Guerra en la pradera»
19 : J. León : Boom Town : «Asesinato en La Linea»
20 : J. León : Laredo, Tejas : «El nacimiento de una ciudad»
19 : J. León : San Francisco de California : «Nace un soldado»
22 : J. León : Virginia City : «Un hombre de Missouri»

Hasta el número 07 (incluido) :
Rústica. 80 páginas más cubierta. 15 x 19.

Desde el número 08 :
Rústica. 64 páginas más cubierta. 15 x 19.

«Fred Custer», Ediciones Cliper (1948 — 1949)


1948

01 : A. Morgan Davis : La sorpresa de Sioux Jim
02 : A. Morgan Davis : El héroe del rodeo
03 : A. Morgan Davis : Los revólveres mandan
04 : A. Morgan Davis : La venganza de Fred Custer
05 : A. Morgan Davis : Fred Custer en la frontera
06 : A. Morgan Davis : El enviado de Manitú
07 : A. Morgan Davis : Los contrabandistas
08 : A. Morgan Davis : Agua y plomo
09 : A. Morgan Davis : El inspector desaparecido
10 : 
11 : A. Morgan Davis : El buitre
12 : A. Morgan Davis : El Valle del infierno
13 : A. Morgan Davis : «La choza de la muerte»
14 : A. Morgan Davis : El trio siniestro

1949

15 : A. Morgan Davis : El juramento de Fred Custer
16 : A. Morgan Davis : La muerte sigue la pista
17 : A. Morgan Davis : Sangre y fuego
18 : A. Morgan Davis : Guerra en el «Doble C»
19 : A. Morgan Davis : Fred Custer, pacificador
20 : A. Morgan Davis : «Lenguas de fuego en Sonora»
21 : A. Morgan Davis : Rancho «Los Aguiluchos»
22 : A. Morgan Davis : Pete Aliff, el «cobarde»
23 : A. Morgan Davis : Cassidy en «Huracán de plomo»
24 : A. Morgan Davis : Tormenta en «Arroyo Chico»

Rústica. 96 páginas más cubierta. 11 x 15,5.

«Alce Blanco», Editorial Molino (1949)


1949

01 : J.M. Diéz Gómez : El hijo de Mano Grande
02 : J.M. Diéz Gómez : El idolo de oro
03 : J.M. Diéz Gómez : El Puma
04 : J.M. Diéz Gómez : La ciudad perdida
05 : J.M. Diéz Gómez : «Cicatriz»
06 : J.M. Diéz Gómez : Rayo de luna
07 : J.M. Diéz Gómez : Guerra india
08 : J.M. Diéz Gómez : Pluma salvaje
09 : J.M. Diéz Gómez : Henry Templeton
10 : J.M. Diéz Gómez : Ojos lindos
11 : J.M. Diéz Gómez : «Sonrisa»
12 : J.M. Diéz Gómez : Mano grande


Rústica. 128 páginas más cubierta. 10 x 14.


N.B. : Alce Blanco es el padre de Alce Bill y el abuelo de Billy Colt

«Alce Bill», Editorial Molino (1950)


1950

01 : J.M. Diéz Gómez : Guerra civil
02 : J.M. Diéz Gómez : Armas y flores
03 : J.M. Diéz Gómez : Fiebre amarilla
04 : J.M. Diéz Gómez : Almas negras
05 : J.M. Diéz Gómez : Siguendo un sendero
06 : J.M. Diéz Gómez : Tierra de mormones


Rústica. 80 páginas más cubierta. 12 x 16,5.


N.B. : Alce Bill es el hijo de Alce Blanco y el padre de Billy Colt

«Billy Colt», Editorial Molino (1952)


1952

01 : J.M. Diéz Gómez : Aaroa
02 : J.M. Diéz Gómez : Domando a una mujer
03 : J.M. Diéz Gómez : Alma de mujer
04 : J.M. Diéz Gómez : Hombres y fieras
05 : J.M. Diéz Gómez : Meredith
06 : J.M. Diéz Gómez : Cara tapada

Rústica. 80 páginas más cubierta. 15 x 19.

N.B. : Billy Colt es hijo de Alce Bill y el nieto de Alce Blanco