Leyendo la colección «Cuentos inolvidables María Pascual», publicada por Planeta DeAgostini en 2015, he reparado en el extraño hecho de que las adaptaciones son firmadas por un tal Manuel Rodríguez.
Huelga decir que no recordaba haber visto este nombre en ninguna publicación de la editorial Toray (el primer editor de estos cuentos)... Pero, también es verdad que estoy lejos de saberlo todo, así que busqué un poco en la red y vi que, al tal Manuel Rodríguez, se le atribuye como fecha de nacimiento 1970. ¿ Como se puede, pues, aunque uno sea excepcionalmente precoz, escribir adaptaciones de cuentos clásicos incluso antes de nacer (la primer edición de estos cuentos data en su mayoría de los años 1960) ? También podría tratarse de un caso de homonimia y un error de atribución por parte de la Biblioteca Nacional (está llena de ellos, la verdad), el autor de los textos siendo en realidad mucho mayor. Pero, en cualquier caso, yo no estaba más avanzado...
¿ Podría tratarse, entonces, de un seudónimo de Eugenio Sotillos, el habitual cómplice de María Pascual ? En primer lugar, no había motivo para creerlo (pues este nombre — Manuel Rodríguez — no aparece en ninguna lista de seudónimos que el guionista de Jim Huracán pudiera haber utilizado durante su carrera) y, en segundo lugar, ¿ qué sentido podía tener ? Eugenio, con toda probabilidad, había fallecido diez años antes. Por lo tanto, no podía estar bajo contrato con ninguna editorial. Además, no tenía nada de lo que avergonzarse en su carrera para justificar el encubrimiento de su nombre...
Por lo tanto, la solución solo puede resultar mucho más prosaica... No sabiendo cómo resolver la cuestión de los derechos de autor, al haber fallecido Sotillos diez años antes (o, más probablemente, demasiado perezosa para encontrar un heredero con quien llegar a un acuerdo) la editorial encargó un tío (que, al parecer, no ha hecho nada más en su carrera) para... adaptar las adaptaciones de Eugenio Sotillos...
Como el lector podrá constatar más adelante, no creo que los compradores de la colección hayan salido ganadores, pero, por lo menos, han podido disfrutar de los magníficos dibujos de María Pascual. Algo es algo...
Reedición Publicación original
Y como no son solo los editores de bolsilibros que son chapuceros, en el número ocho de esta reedición («El flautista de Hamelín»), la adaptación se atribuye a Sotillos, sin embargo, el texto no corresponde con el que fue publicado en el tomo dos de la colección «Miniclásicos» de Toray, por ejemplo...