— ¡ Os doy tres minutos para salir con los brazos en alto ! Podéis salvar el pellejo, rebeldes. ¡ La guerra ha terminado !
(...)
Melvin Williams, un tejano de rostro pecoso, comenzó a reír.
— ¡ Oh, Dios ! No esperaba salir con vida. Es como un milagro... Podré casarme con Betsy... Mi dulce Betsy...
— De la sartén al fuego — comentó Herbert Laughton burlonamente.
Adam Surray
Los procesados
No hay comentarios:
Publicar un comentario