Los furiosos embates de Raimo la transportaron de nuevo al umbral del climax en muy poco tiempo, que esta vez sí fue simultáneo, gozando el sueco con ella.
Las contradicciones musculares de Raimo fueron tan violentas, que no pudo mantenerse en pie y se derrumbó, derrumbándose también la holandesa.
Joseph Berna
Pasión bajo cero
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