Me siento bastante dividido respecto a esta novela...
En el conjunto, me gustó más bien y resulta que Caudett es sin dudas mejor de lo que muchos creen.
Sin embargo, la trama, al final, cuando se resuelve, aparece demasiado convencional y dos de los detalles que habrían podido conferir algo de originalidad a la novela son irremediablemente malgastados.
Uno no sirve de nada (el hecho que el protagonista no sea el habitual detective fracasado, sino uno al que todo parece salirle bien) y el otro, placenteramente macabro, sólo sirve para facilitar la investigación de dicho pesquisa, pero no tiene ninguna justificación argumental...
Además, el estilo del autor se hace a veces un poco pesado por el uso de sinónimos bastante extravagantes (por decirlo de una manera) o por el abuso de términos argóticos que uno puede legítimamente preguntarse de dónde los sacas.
No obstante, disfruté de mi lectura y, como todavía poseo muchas más novelas de Caudett en Servicio Secreto, seguramente no tardaré demasiado en empezar otra.