miércoles, 16 de junio de 2021

«Interpol», Editorial Dólar (195-)


195-

00 : J. Mallorquí : La internacional del crimen
01 : J. Mallorquí : Órdenes de Interpol
02 : G.L. Hipkiss : The thief - El espía
03 : Tom Rhoder : Tres hombres malos
04 : John Lack : Siete diamantes en Bruselas
05 : Riswing Dane : Robo de Stradivarius
06 : Peter Briggs : Muerte bajo la ducha
07 : Alan Carson : El mundo no muere
                        [en la portada : George Maxwell]
08 : J. Gubern : Detective story
09 : Tony M. Tower : El 9 mandamiento
10 : George Maxwell : Un puesto en la vida
11 : Peter Briggs : Creador de inspectores
12 : Peter Briggs : Mogambo, un mundo futuro
                                [en la portada : F.P. Montenegro]
13 : Henry Poss : Alarma en el estrecho
14 : George Maxwell : El glaciar de la muerte
15 : Riswing Dane : Moulin Rouge
16 : Red Lowell : Defensores de la ley
17 : Albert Farto : Esclavos del miedo
18 : John Lack : Soy agente de Interpol
19 : Riswing Dane : ¡ Alerta Scotland Yard !
20 : F.P. Walley : Un «gang» al infierno
21 : Peter Briggs : Un avion llamado misterio
22 : Alan Carson : Tres mujeres en negro
23 : George Maxwell : Locura provocada
24 : I. Slip : El sencillo caso
25 : Peter Briggs : Academy internacional

Rústica. 160 páginas más cubierta. 10,5 x 15.

¡ Muchas gracias a Magda y RossMaloney por ayudarme a completar este listado !

Bolsilibros y gastronomía XXI

Perlas de la sabiduría bolsilibresca XXI


— Nunca he matado... a una mujer.
— ¿ En qué se diferencia una mujer de un hombre ? Si le preguntas a una feminista, te dirá que las mujeres tienen idéntico derecho que los hombres a morir.

Ray Lester
Atila cabalga de nuevo

«Metropolitan police», Editorial Mepora (1951 — 1956)


1951

01 : Frank McFair : Abrazo mortal
02 : Lewis Haroc : Mensajeros del terror
03 : Anthony G. Murphy : Bajos fondos
04 : O.C. Tavin : La mancha escarlata
05 : F.N. Graw : Fieras humanas
06 : Lou Dark : Ídolo de barro
07 : Frank McFair : Danza macabra

1952

08 : Eddie Thorny : Crimen a la medida
09 : Jack Brooklyn : Huracán en Filadelfia
10 : Lewis Haroc : Llamen al 3-0-0-1
11 : Anthony G. Murphy : El extraño profesor Carlton
12 : Lou Dark : Ciudad tenebrosa
13 : Frank McFair : Horrores sin nombre
14 : Anthony G. Murphy : Almas a la deriva

1953

15 : Eddie Thorny : Pánico en los estudios
16 : Robert W. Anderley : Sangre y fango
17 : Lewis Haroc : El hombre gris
18 : Lou Dark : Fuerza bruta
19 : Joe L. Greig : Madrugada trágica
20 : Robert W. Anderley : Expiación
21 : Joe L. Greig : El tercer hombre

1954

22 :
23 :
24 : Anthony G. Murphy : La máscara blanca
25 : Lewis Haroc : El secreto del muerto
26 : Jim Tell : La fuerza de la ley
27 : Anthony G. Murphy : Contrabando mortal
28 : John L. Martin : Murió al atardecer

1955

29 : Lewis Haroc : Estaba sentenciada
30 : Joe Greig : Labios sellados
31 : Anthony G. Murphy : ¡ Adelante, Gordon !
32 : Paulette R. Mayfar : «Dinero maldito»
33 : John L. Martyn : Auto stop
34 : Anthony G. Murphy : El asfalto es rojo
35 : Lewis Haroc : Aquí la muerte

1956

36 : Thomas L. Martin : No soy un héroe
37 : Anthony G. Murphy : Amenaza latente
38 : Paulette R. Mayfar : Crimen en la carretera
39 : Louis Rock : Víctima para tres
40 : John L. Martyn : A las doce en punto
41 : Frank McFair : Noches de pesadilla
42 : Anthony G. Murphy : Loco terror
43 : Lewis Haroc : ¡ Cuidado con ellas !

Hasta el número 24 (incluido) :
Rústica. 160 páginas más cubierta. 10,5 x 15.

Desde el número 25 :
Rústica. 128 páginas más cubierta. 10,5 x 15.


La colleción también tuvo dos números extraordinarios.
Uno de más de 200 páginas :
Anthony G. Murphy : Dillinger (El enemigo público nº1)
Y otro de más de 190 páginas :
Anthony G. Murphy : El sucesor de Dillinger (Baby face)

Bolsilibros y gastronomía XX

sábado, 12 de junio de 2021

Obras de Ray Lester III

Servicio secreto 1521

El único problema de esta obra, dado que esta publicada en la colección «Servicio secreto», es que viendo desde el principio por donde se encamina la historia, centrándose en las andanzas de esta pandilla de gamberros motorizados, en seguida el lector intuye que, por fuerza, en alguna parte habrá un policía encubierto y, la verdad, no hace falta ser ningún lince para adivinar quién resultará ser... Aunque, como siempre con Ray Lester, habrá una pequeña trampa (bastante predecible también, debo reconocer) para tratar de salpimentar el conjunto.
Así, a pesar de ser (una vez más) una narración admirablemente construida, no se puede negar que el resultado pierda un poco de su interés en el camino por culpa de las limitaciones propias a los bolsilibros. La parte más disfrutable de la intriga viéndose en efecto relegada a una subtrama, para asegurar protagonismo al policía encubierto y preparar el inevitable final feliz, con parejita a punto de contraer nupcias. ¡ Qué lástima !
La historia, como ya dije, narra las fechorías de una banda de jóvenes melenudos surcando los Estados Unidos con sus motos, y en eso se parece bastante a películas como «Los ángeles del infierno» de Roger Corman (u otras producciones de la «A.I.P.» pertenecientes al mismo filón), pero con un toque encima de salvajismo típicamente latino, semejante al que impregna obras tanto chocante como «Milano odia : la polizia non può sparare» de Umberto Lenzi... De todos modos, aunque la novela respeta escrupulosamente el pliego de condiciones, con pelea en un restaurante de la carretera, enemistades entre los miembros de la pandilla por la «posesión» de una chica o largas vueltas de una ciudad a otra, la lectura resulta no obstante apasionante, ya que las peripecias son variadas, hay más de unas subtramas que se entrelazan y a lo largo de la historia, gracias a la soltura con la cual Ray Lester desarrolla su intriga, siempre rehusando los caminos más trillados de la literatura popular, se respira un airecillo vigorizador de libertad, como si estuviéramos de verdad al manillar de una de estas ruidosas motocicletas...
Algo que acentúa este sentimiento, al mismo tiempo que recalca la solidez de la construcción de la intriga, es el recurso tomado prestado al Akira Kurosawa de «Rashômon», durante el primer tercio de «Atila cabalga de nuevo», de relatar algunas escenas de más de un punto de vista. Un procedimiento que permite no sólo definir de manera más compleja a los personajes, pero también aporta innegable frescura a la narración.
En cuanto al final (el de verdad, no la tediosa explicación y la subsecuente predecible declaración de amor...), en su sencillez contundente, típica de la época, es una obra maestra. Por eso, y como seguro que el último capítulo no os reportará nada (excepto, quizá, el escondite de la droga), ya podéis dejar la novela cuatro páginas antes de que se acaba realmente. Eso recuperará el tiempo que habéis pasado leyendo esta reseña...

Como siempre : ¡ un sincero agradecimiento al compañero Rualrevit por tomarse el tiempo y la molestia de repasar mis textos !

Bolsilibros y gastronomía XIX