Portada : Yissuko (Jesús López López)
Prólogo para el volumen «Burton Hare : A sangre y fuego» (Asociación Cultural Hispanoamericana Amigos del Bolsilibro — Mayo 2020).
Lo primero que me impresiona, cada vez que comienzo un libro de Burton Hare, o Gordon Lumas —José María Lliró Olivé es su nombre real—, es el estilo. Como toda la literatura popular, los bolsilibros tienen fama de estar muy mal escritos. Obviamente es una idea preconcebida y, en la mayoría de los casos, completamente errónea (¡como todas las ideas preconcebidas!). Además, esta acusación de mediocridad se fundamenta, en la mayoría de los casos, en una lectura superficial de estos pequeños, pero fantásticos, libros.
Es cierto que, a veces, sucede que la prosa de un autor (le ocurre a los mejores, e incluso a mis autores favoritos) puede ser traicionada sobre la marcha debido a la prisa con la que se escribieron estas rocambolescas historias.
Pero lo mismo pasa al contrario. Muchos de los llamados libros serios están horriblemente mal escritos, son aburridos y, lo que es más, al ser retocados por un batallón de correctores de estilos, son de una banalidad solo equiparable a los guiones del cine de Hollywood de los últimos cuarenta años.
Pues sí, ¡tenemos todo el derecho a preferir una narrativa viva —llena de giros y anotaciones ideológicamente agradables (es decir, de izquierdas); incluso si esta adolece de algunos errores de sintaxis o de una o dos oraciones mal construidas—, a historias sin asperezas que le besuqueen el culo al capitalismo!
De la misma manera que uno puede sentir mucho más placer —intelectualmente hablando, pero no solo— viendo los delirios, sin blanca, del tío Jess, en lugar de aguantar los bodrios pretenciosos y moralizadores de un Steven Spielberg, o las estupideces infantiles de un George Lucas, dos de los peores sepultureros del cine moderno.
En resumen, lo que más me impresiona —no importa que título empiece a leer— de Burton Hare, es su estilo. Por su eficiencia, por supuesto, pero sobre todo por su evidencia.
Porque puedo asegurarte, yo que pretendo ser capaz de escribir historias pulp (ya he publicado cuatro títulos para un editor suizo y al menos, de momento, otros ocho más en autoedición), al contrario de lo que la mayoría suele pensar hoy en día, es mucho más fácil garabatear párrafos largos, desbordados de palabras inútiles, que organizar las ideas en oraciones cortas y contundentes.
Sin embargo, en Burton Hare, ¡este milagro de maestría literaria es perpetuo! En sus historias, nada sobra ni nada falta. Desde el principio, las escenas se suceden lógicamente, hasta llevarnos a la resolución de la trama, a su amarga conclusión... Durante la lectura, el ritmo se mantiene continuamente sostenido, sin que el desarrollo de la trama termine precipitándose de forma excesiva... En cuanto a la acción en sí, a semejanza de las motivaciones de los personajes, se describe de una manera clara y comprensible (es decir, justificable)... Hasta tal punto, como dije antes, que el conjunto parece, naturalmente, evidente.
Sin embargo, no es solo el estilo lo que aprecio en la obra de Burton Hare. Además del aspecto de reportaje social, tomado en el acto, que adoptan muchas de sus narraciones, también están sus héroes, la mentalidad con la que los dota.
Antes de continuar, tengo que aclarar que, en el mundo de los bolsilibros, donde los autores eran verdaderos mercenarios de la máquina de escribir, siempre es un poco arriesgado sacar demasiadas conclusiones. Porque, incluso, cuando uno ha leído fervientemente cincuenta (o cien) bolsilibros del mismo autor, no es raro que haya devorado solo la décima o la vigésima parte de su producción total. De todos modos, y por lo que puedo deducir a la luz de mi conocimiento actual, el héroe Hariano es a menudo un hombre rebelde ante una injusticia, sea la que sea. Un hombre en contra, que se opone física e intelectualmente, a un orden establecido. No necesariamente un justiciero, en el sentido engañoso popularizado por Hollywood, pero sí alguien sediento de justicia, aun sabiendo que esta nunca se consigue definitivamente.
Y así es por todas estas razones —pero también por su habilidad para retratar personajes femeninos fuertes, antes de que se convirtiera en una moda sin interés; su idealización conmovedora y trágica a la vez de la pareja; o el lirismo con el cual puede escribir sobre la sexualidad, describiéndola como parte integrante de un todo claramente más grande, pero también, precisamente, como un medio para lograr una armonía transitoria con este todo...— que, en mi opinión, Burton Hare es sin duda ¡uno de los escritores de bolsilibros más apreciable!
Stéphane Venanzi
Escritor e Investigador de Historias Pulp